La historia cambió en el Senado de la República. Por primera vez, las mujeres no solo fueron invitadas a escuchar, sino a hablar, a plasmar sus sentimientos, a gritar sus verdades y a exigir que su voz se convierta en acción. Encabezado por la senadora priista Karla Toledo Zamora, el evento «Arte y Reflexión: Rumbo al 8M» marcó un antes y un después en la lucha por la igualdad, al abrir un espacio donde la expresión dejó de ser una consigna y se transformó en un acto de justicia.
«Hoy, por primera vez, no somos espectadoras ni receptoras de discursos vacíos. Hoy estamos aquí porque este espacio es nuestro, porque nos pertenece y porque nunca más vamos a permitir que nos silencien», afirmó la senadora Toledo Zamora al dar inicio a una jornada cargada de emoción, reflexión y reivindicación.
El evento permitió que cientos de mujeres se reunieran en un entorno seguro, donde el arte y la palabra se convirtieron en herramientas de resistencia. La creatividad se hizo presente en el taller «Pintando nuestra voz», donde las asistentes personalizaron pañuelos, carteles y mantas con mensajes de lucha, de esperanza y de exigencia. «No se trata solo de pintura o de frases en una cartulina, se trata de nuestra realidad. Aquí estamos dejando constancia de lo que vivimos día a día en las calles, en nuestras casas, en nuestros trabajos, en nuestras colonias y en nuestros estados. Aquí estamos diciendo que no queremos más indiferencia, que queremos ser escuchadas y que merecemos vivir con dignidad», expresó la senadora, quien también es la vicepresidenta de la mesa directiva del Senado de la República.
Para la legisladora, este evento representa un punto de inflexión en la relación entre las mujeres y las instituciones, destacando la importancia de abrir espacios de participación real. «Escuchar a la ciudadanía es una responsabilidad ineludible, porque la lucha por la igualdad no se debate en oficinas, se vive en las calles, en las colonias, en los hogares de cada mujer en México. Hoy no hay distinciones entre legisladoras, estudiantes, trabajadoras o amas de casa. Hoy todas somos una sola voz, porque cuando nos unimos, todas podemos y todas llegamos», enfatizó.
En un momento profundamente emotivo, las mujeres escribieron mensajes para sí mismas y para las generaciones futuras en la actividad «Carta al futuro». Con cada palabra, dejaron huella de su lucha y de su compromiso con aquellas que vendrán después. «No queremos que estas cartas sean solo memoria de lo que sufrimos, queremos que sean testigos de lo que cambiamos. Hoy estamos aquí no solo por nosotras, sino por las que vendrán. Queremos que en un futuro, las mujeres lean estos mensajes en un país más justo, más seguro y más equitativo», sostuvo Karla Toledo Zamora con firmeza.
El arte también se alzó como una forma de protesta y visibilización. El evento concluyó con la instalación de 10 pinturas, 13 mantas y 2 banners sobre el Paseo de la Reforma, llevando los mensajes de las mujeres más allá del recinto, hacia las calles, donde la lucha sigue y donde la voz de cada una se convierte en eco de un movimiento imparable. «Estas imágenes, estas palabras, estas manifestaciones no son solo símbolos. Son exigencias, son reclamos, son compromisos. Queremos que esto no solo quede en papel, queremos verlo en la ley, en las políticas públicas, en la realidad de cada mujer en México», enfatizó la legisladora.
En el arranque de esta jornada, Toledo Zamora hizo un llamado contundente para que este tipo de encuentros no sean solo un acto simbólico, sino un detonante de políticas públicas y reformas estructurales. «No queremos más feminicidios, no podemos aceptar que México ocupe el segundo lugar en toda Latinoamérica en violencia contra las mujeres. Es inaceptable que salgamos de casa sin la certeza de regresar. Por eso, esta lucha no se trata solo de discursos, sino de exigir leyes efectivas, de impulsar acciones concretas y de garantizar un país donde las mujeres puedan vivir sin miedo», sentenció.
Desde su tierra, Campeche, hasta el Senado de la República, Karla Toledo Zamora ha demostrado con hechos que la lucha de las mujeres no es un discurso, sino una causa viva y urgente. Con emoción y orgullo, reconoció a todas las asistentes por atreverse a tomar este espacio como suyo. «Hoy estamos haciendo historia. Y la historia no la escriben otros por nosotras, la escribimos nosotras con nuestra voz, con nuestra lucha y con nuestra presencia. No nos vamos a detener. Nunca más un Senado sin mujeres, nunca más una política sin nosotras», concluyó.
Por su parte, Lindsey Mora, presidenta de SORE, expresó su gratitud y emoción por este momento histórico: «Muchas veces nos han hecho creer que estos espacios no son para nosotras, que no hay apertura para nuestra lucha, para nuestro movimiento. Pero hoy estamos aquí, juntas, demostrando que sí lo son, que sí tenemos derecho a ocuparlos, que esta es nuestra causa y que nadie más va a hablar por nosotras.»
Más allá del acto, enfatizó que el verdadero compromiso es con la continuidad, con la creación de conciencia colectiva y con la construcción de un espacio seguro. «No queremos que esto se quede en un solo día, queremos que se traduzca en acciones, en iniciativas, en medidas concretas que protejan a cada mujer de este país. Porque muchas de nosotras hemos vivido violencia, porque ninguna mujer está exenta, y es por eso que debemos recordarnos siempre que no estamos solas, que nos tenemos las unas a las otras y que juntas somos más fuertes.»